Dan las 11.40Pm... El maldito telefono, he olvidado bajarle el timbre. Ya me habia hartado de escuchar a The mamas and The Papas, asi que decidi descansar un poco en lo que llegaba la hora de partir... Suena el telefono... Mr King me avisa que ya esta en rumbo a la buhardilla, y yo que estaba casi dormido... Pues me levanto en animos, y al baño a la rutina de preparacion. Agua caliente, afeitadora en mano. Gel en el tope y Perfume a los lados. Luego de una rápida discusión entre las personas que habitan mi cabeza, me decido por el atuendo a llevar. Puesto, presto y listo. A la guerra! Taxi al telefono, dirección dada. Bajo los cuatro niveles de escaleras en un solo esfuerzo. Al bajar a la entrada del edificio [muy lindo por cierto] me encuentro con que esta cerrado... No tengo la llave de la entrada! Solo la de mi Apartamento! Y el conserje no está esta noche! EEEKKK!!!! Bueno, nada, que el taxi llega y se va, y tengo que volver a subir. Harto, loco, y desesperado, pienso. Decido que mejor bajo nuevamente, abriendo desde el intercom en el departamento, dejo la puerta abierta y decido irme a la suerte de que no llegue nadie a cerrarla
y así podré entrar cuando vuelva a las 4am... Creo...
Salgo, llamo otro taxi, llega. Este viene bebiendo Brugal. Que nice. Digo dirección, calle y lugar. El taxi conoce el sitio. Pregunta datos, detalles, horas, dias. Jode, Jode y JOOODEEE!!!
Llego. Tan pronto entro: La ardilla blanca!!! Vestida de negro, de la mente a los zapatos. Gorda como un barco y su siempre fiel acompañante, que nunca lo va a defraudar. La morena eterna. De ella me encargaré mas adelante.
La ardilla, se ofusca con mi presencia. Y yo le ignoro. Continuo mi travesía en el mar de gente. Y entonces encuentro a Mr King, justo frente a mi. Al momento, me cruza por el lado la Señorita Ms Montilla. Loca como siempre, pero con su sonrisa de oreja a oreja. Eso me agrada. Me alegra la noche. Eso me recuerda... tengo que llamarla ahorita...
Minutos despues, ya con bohemia en mano y el baño de pueblo de un merengue refernte a un chorizo, recibo el crudo roce de un tapón de persona que me indica que "en aquella esquina, desean verte". Cruzo el lugar y me encuentro a Jorge. Desconocido para mi, sonado por referencia, y resonado recientemente por un pleito en el que tuvieron que ver dos amigas cercanas [Jatnna y Celiné], me resulta sorpresivo que me invoque, puesto que nos conocemos de una noche de tragos, semanas atrás. Al llegar al confín donde le rodeaban locas danzarinas y mujeres de antros oscuros, cual si fuera un Zar o un Jeque en sus cortes, me saluda con reverencia. La conversación, corta y frugal, gira en torno a como ha sido pleito de muchachas jovenes lo que ha sucedido el dia anterior. Yo soy recíproco en su comentario.
Al girar sobre mí mismo, me tropiezo casi de golpe con la gordura de la Ardilla. Pero cual si fuera desconocida, sigo como que me he tropezado con una columna. Y eso parecia. Continuo, y vienen bachatas y van reggaetones. En una de estas vueltas, me topo con una chica, cuyo nombre me escapa, pero su apellido recuerdo... Me suena a palabra plebe... Araujo... Y no Thaís! Aunque se parecen. Pero, volviendo a mi, que soy el tema importante. Araujo se me acerca, muy chic y coqueta, [y pequeña e insignificante como siempre] y me dice al oído "y tú, no bailas merengue" mientras sostiene una elegante botella verde en su mano izquierda, la cual ha cargado toda la noche desde el intercambio de su ticket de entrada en el bar... La observo, y me siento tentado a acceder... Total, sólo estaría haciendo el mismo ridículo que todos los otros presentes que sin saber dar dos pasos en compás se atreven a bailar un mambo. Pero luego la miro... y veo el hoyito de su ropa gastada... y el sombrerito que le acompañaba... y luego pienso en la camisa Zara que llevo... Y digo, "No, pero él si!" y le apunto a Mr King...
Bueno, para no decir mucho, se pasaron telefonos, bailaron 25 temas, y esta noche saldrán juntos. Mr King agradecido. Pero lo que Araújo no sabe es, que luego de ella, vinieron una italiana que me suena a Carpaccio, y por lo menos 12 otras que atraídas por el enorme "zapato" de Mr King, le hicieron ronda. Y Quien sabe que mas!
Pero volviendo a lo honesto. Osea, Moi.
Ya a las 2.40am me suena el telefono nuevamente. Salgo disparado pues es una llamda que he estado esperando durante ya largo rato. Llega la gringa. Hora de lo fuerte. Entra, entramos. Bebe, bebe, bebe, bebe, bebe, y no la de malo, malo, malo eres. Se le acaba el dinero, pero quiere continuar. Salimos al cajero. No sirve. Vamos al siguiente. No sirve. Otro... No sirve. Otro, al fin sirve uno! Vamos al sur en la vieja calle colonial, mientras hacia el norte viene una figura tétricamente escandalosa. El chico Fashion le hemos dicho antes. Termino banal para alguien simplemente extraño. Acompañado de esa poco relevante figura conocida como Gerardo Nardo Lardo. Que tonto el nombre, eh? Bueno, cruce de insultos usuales, y acordamos vernos en el lodazal mas tarde.
Continuo en el próximo....
y así podré entrar cuando vuelva a las 4am... Creo...
Salgo, llamo otro taxi, llega. Este viene bebiendo Brugal. Que nice. Digo dirección, calle y lugar. El taxi conoce el sitio. Pregunta datos, detalles, horas, dias. Jode, Jode y JOOODEEE!!!
Llego. Tan pronto entro: La ardilla blanca!!! Vestida de negro, de la mente a los zapatos. Gorda como un barco y su siempre fiel acompañante, que nunca lo va a defraudar. La morena eterna. De ella me encargaré mas adelante.
La ardilla, se ofusca con mi presencia. Y yo le ignoro. Continuo mi travesía en el mar de gente. Y entonces encuentro a Mr King, justo frente a mi. Al momento, me cruza por el lado la Señorita Ms Montilla. Loca como siempre, pero con su sonrisa de oreja a oreja. Eso me agrada. Me alegra la noche. Eso me recuerda... tengo que llamarla ahorita...
Minutos despues, ya con bohemia en mano y el baño de pueblo de un merengue refernte a un chorizo, recibo el crudo roce de un tapón de persona que me indica que "en aquella esquina, desean verte". Cruzo el lugar y me encuentro a Jorge. Desconocido para mi, sonado por referencia, y resonado recientemente por un pleito en el que tuvieron que ver dos amigas cercanas [Jatnna y Celiné], me resulta sorpresivo que me invoque, puesto que nos conocemos de una noche de tragos, semanas atrás. Al llegar al confín donde le rodeaban locas danzarinas y mujeres de antros oscuros, cual si fuera un Zar o un Jeque en sus cortes, me saluda con reverencia. La conversación, corta y frugal, gira en torno a como ha sido pleito de muchachas jovenes lo que ha sucedido el dia anterior. Yo soy recíproco en su comentario.
Al girar sobre mí mismo, me tropiezo casi de golpe con la gordura de la Ardilla. Pero cual si fuera desconocida, sigo como que me he tropezado con una columna. Y eso parecia. Continuo, y vienen bachatas y van reggaetones. En una de estas vueltas, me topo con una chica, cuyo nombre me escapa, pero su apellido recuerdo... Me suena a palabra plebe... Araujo... Y no Thaís! Aunque se parecen. Pero, volviendo a mi, que soy el tema importante. Araujo se me acerca, muy chic y coqueta, [y pequeña e insignificante como siempre] y me dice al oído "y tú, no bailas merengue" mientras sostiene una elegante botella verde en su mano izquierda, la cual ha cargado toda la noche desde el intercambio de su ticket de entrada en el bar... La observo, y me siento tentado a acceder... Total, sólo estaría haciendo el mismo ridículo que todos los otros presentes que sin saber dar dos pasos en compás se atreven a bailar un mambo. Pero luego la miro... y veo el hoyito de su ropa gastada... y el sombrerito que le acompañaba... y luego pienso en la camisa Zara que llevo... Y digo, "No, pero él si!" y le apunto a Mr King...
Bueno, para no decir mucho, se pasaron telefonos, bailaron 25 temas, y esta noche saldrán juntos. Mr King agradecido. Pero lo que Araújo no sabe es, que luego de ella, vinieron una italiana que me suena a Carpaccio, y por lo menos 12 otras que atraídas por el enorme "zapato" de Mr King, le hicieron ronda. Y Quien sabe que mas!
Pero volviendo a lo honesto. Osea, Moi.
Ya a las 2.40am me suena el telefono nuevamente. Salgo disparado pues es una llamda que he estado esperando durante ya largo rato. Llega la gringa. Hora de lo fuerte. Entra, entramos. Bebe, bebe, bebe, bebe, bebe, y no la de malo, malo, malo eres. Se le acaba el dinero, pero quiere continuar. Salimos al cajero. No sirve. Vamos al siguiente. No sirve. Otro... No sirve. Otro, al fin sirve uno! Vamos al sur en la vieja calle colonial, mientras hacia el norte viene una figura tétricamente escandalosa. El chico Fashion le hemos dicho antes. Termino banal para alguien simplemente extraño. Acompañado de esa poco relevante figura conocida como Gerardo Nardo Lardo. Que tonto el nombre, eh? Bueno, cruce de insultos usuales, y acordamos vernos en el lodazal mas tarde.
Continuo en el próximo....
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